1.- Qué
significa ser una Abogada Rabínica y que funciones tienen en los tribunales
rabínicos?
La
abogacía rabínica es una función que existe históricamente en nuestro pueblo,
es lo que llaman “Toen Rabanit”; es quien presenta los argumentos ante el
tribunal. La persona puede ir sola o puede llevar a alguien a que presente los
argumentos por ella.
Hace
alrededor de treinta años que esta profesión se abrió en Israel para mujeres y
es básicamente para representar a alguien ante la corte rabínica,
fundamentalmente para los temas que tienen que ver con el divorcio y algunas
cosas que tienen que ver con el status personal.
Yo hice
los estudios, no trabajo en esa área; pero sin duda los estudios me han abierto
las puertas, porque parte del tema, es adquirir la metodología de estudio para saber
cómo abrir un texto de la guemará o de la mishná y analizarlo.
2.-
¿Cómo vive usted el ser una mujer ortodoxa intelectual?
No me
lo pregunto. Lo vivo bien, normal, es parte de mi identidad, no hay ninguna
clase de tensión, ni cuestionamiento; al contrario, yo creo que el hecho de que
uno estudie y conozca, profundiza el cumplimiento de la mitzvah, porque el tema
del cumplimiento de la mitzvah y el vínculo espiritual con Hashem necesita
el conocimiento. El estudio de nuestro pueblo es una manera de vincularnos con
D-os.
No es
el estudio por sí mismo, es una de las maneras fundamentales para
relacionarnos con Hashem, así que lo vivo con mucha alegría.
3.- ¿Te
das cuenta del impacto positivo que provocan tus palabras y que eres un motor
que se pone en marcha para muchas mujeres?
La
verdad que no. Lo que sí sé es que soy un motor. Y sí, me gustaría poder de
alguna manera influir para provocar en otras mujeres. Cuando estoy en un
lugar fijo es más sencillo, pero cuando yo estoy de visita trato de “no
creérmelo” porque hay un riesgo de creer que uno puede hacer cambios solo
porque llegó a un lugar de visita y habló.
Cada
comunidad tiene su realidad y también sus propias dinámicas, luego entonces es
muy importante no meterse donde no se debe uno de meter, eso sería
atrevimiento.
4.- El
estudio de la mujer ha sido tu objetivo como se ve en tu currículum. ¿Qué te
motivo a abordar este tema y a escribir el libro: “Judaísmo en Femenino”?
El
libro es un cierre de un periodo. Hace quince años decidí comenzar los estudios
de Abogacía Rabínica y se abrieron perspectivas de estudio y conocimiento que
no tenía antes.
Creo
que en el mundo hispano-parlante son muy necesarias voces de este tipo, ya que
estamos en un momento histórico en que los matices los estamos perdiendo.
5.- Haz
recibido críticas adversas acerca del libro?
Todavía
no, pero ya llegarán.
El
libro es muy reciente, apenas tiene cuatro meses. Es bastante
natural que en el momento en que sale, quien acepta presentarlo es porque es
afín.
Por
ahora la mayor parte del feedback es positivo. Es de suponerse que en unos
meses vamos a empezar a escuchar las voces adversas, pero es parte de lo mismo.
6.-Crees
que haya avances en cuanto a interpretaciones sobre el papel de la mujer en el
judaísmo de forma diferenciada entre núcleos ashkenazitas y sefaraditas?
Yo no
he estudiado ni hecho investigaciones sobre este tema, te contesto
intuitivamente:
Sí hay
diferencias porque en todo lo que tiene que ver con el judaísmo hay
diferencias: de costumbres, tradiciones que cada comunidad trae, de su bagaje
del pasado y también en relación al status de la mujer.
Los
procesos que las comunidades son diferentes porque se han generado en el
entorno en el que han vivido.
Los
procesos de secularización han afectado a las comunidades judías según donde
han vivido; son fenómenos diferentes. Sin embargo, hoy tenemos muchas cosas en
común, que es la búsqueda de la inclusión que aparece tanto en una como en
otra.
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